CUENTO DE NAVIDAD "ELENA Y SU REGALO"


Se acercaban las fechas de festividad en el pueblo debido a la navidad, la plaza se llenaba de luces, las calles de adornos navideños y todas las casas alumbraban las colonias con bonitas decoraciones, la felicidad y la esperanza se hacían presenten en todos los hogares.

 

Todos los niños del pueblo solo esperaban a que sus papas llegaran de trabajar para que los llevaran a la plaza donde estaba instalado el trineo de Santa Claus; todo el año se habían portado bien, habían sido buenos niños y tenían buenas calificaciones pues sabían que Santa Claus le traía regalos en noche buena a los niños que se portaran bien.

 

 Elena era una niña que provenía de familia humilde, pero eso no evitaba que en su casa se festejara la navidad de igual manera, aunque su casa no tuviera muchos adornos de navidad y el pinito que ponían ya estaba demasiado degastado y casi pelón de lo viejo que era  la felicidad en esa casa era igual o mayor a las de las demás en la colonia.

 

Elena vivía con sus papas y sus tres hermanitos menores, ella era una niña muy dulce y bondadosa, lo poco que tenía lo compartía con sus hermanos felizmente, nunca se quejó de las limitaciones que muchas veces tenia; ayudaba a cuidar a sus hermanitos cuando sus papas trabajaban y hacia todas sus taras por cuenta propia.

 

Por las tardes en sus pequeños tiempos libres le gustaba ir a observar las clases de ballet que tomaban algunas niñas del pueblo, ella siempre había querido ir a esas clases, pero no tenía dinero para pagarlas; estuvo ahorrando durante meses; su regalo de cumpleaños, sus domingos, su recompensa al hacer mandados y había logrado juntar para pagar un mes de clases de ballet, ella sabía que  el día en que el  arbolito de la plaza principal se encendiera todos presentaban una pequeña obra para representar la navidad y este año el grupo de ballet presentaría la obra del cascanueces. Elena estaba muy emocionaba pues ella sabía que era tan buena bailando que ella podría tener el papel principal de la obra, duro noches y noches ensayando para que así fuera, al bailar transmitía un sentimiento tan especial y le ponía tanto empeño que te envolvía fácilmente de su espíritu.

El día de repartir los personajes de la obra se llegó, y en efecto Elena obtuvo el papel principal, estaba tan feliz y emocionada, al término de clase salió corriendo a su casa para darle la noticia a sus padres quienes al escucharla se contagiaron de su emoción, aunque estaban un poco preocupados pues sabían que sería un gasto extra para ellos pues deberían comprar el vestuario para la obra.

El gran día de la presentación se acercaba, la maestra de ballet indico a Elena y a sus compañeras el vestuario que necesitarían, al escuchar lo que necesitaba Elena se puso muy triste pues ella no tenía ni siquiera unas zapatillas de ballet así que decidió dejarle el papel a otra compañera pues no quería hacer gastar a sus papas, aunque sus ojos se induraron de lágrimas ella prefirió que ese dinero lo ocuparan sus papas para los regalos de sus hermanitos

-Ellos están más pequeños y su espíritu apenas comienza a nacer, el próximo año ahorrare más dinero y talvez me pueda presentar-

Sus compañeras al escuchar esto se llenaron de tristeza pues ellas sabían que nadie merecía ese papel más que ella, pues se había esforzado el doble y además tenía una esencia que hacia aún más especial la obra.

Ellas se cooperaron y entre todas lograron comprarle a Elena unas hermosas zapatillas doradas, y decidieron dejárselas en una cajita de regalo debajo del arbolito de la plaza principal.

El día de la presentación llego y Elena, aunque muy triste fue junto con su familia a ver las decoraciones a la plaza pues toda la gente llegaba desde muy temprano para tener un buen lugar y pasar un mágico momento al encender el árbol.

Elena vio debajo de este una cajita con su nombre, ella creía que solo simple decoración, pero sus compañeras se acercaron y le dijeron que era su regalo de navidad, Elena quedo fascinada al ver que el contenido del regalo eran unas hermosas zapatillas doradas y no paraba de llorar, sus compañeras le dijeron que oreciera a ponerse su vestuario y sus zapatillas pues la hora de la presentación pronto llegaría.

El momento de encender el pino de navidad fue todo un éxito y la presentación igual, pues era tanta la felicidad de Elena que esta se contagió a todas las personas que la veían, fue para Elena el mejor regalo de navidad que le pudieron dar, un par de hermosas zapatillas doradas.

 

FIN

 

Esta navidad tu puedes obsequiar a un niño que lo necesite un pequeño regalo, no sabes la felicidad con que ellos lo recibirán

 

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